Un Juzgado de Gijón liberaliza una vivienda familiar en un proceso de divorcio gracias a un informe de Privalia Detectives, el cual demostraba la convivencia en la residencia familiar de uno de los cónyuges con su nueva pareja. Se trata de una sentencia pionera en Asturias siguiendo la doctrina jurisprudencial de Tribunal Supremo, que establece que si se introduce a la nueva pareja en la que fue la vivienda familiar, ya no se puede seguir viviendo en ella.
«Desde la separación, fue la mujer quien se quedó a vivir en la casa, pero la nueva relación sentimental iniciada por ella impide ahora que siga residiendo en ese lugar. Así se desprende, dice el juez, de la declaración de ella y, ‘muy especialmente’, del informe de seguimiento realizado por el detective que contrató el padre, que demostró que en esa casa ‘reside con habitualidad la nueva pareja’ de la madre del mejor»