Con el inicio del curso escolar llega el fraude del Padrón, y es que hay padres que hacen lo que sea para que sus hijos vayan al colegio deseado.
¿Cuándo surge el fraude?, cuando los padres tienen que acreditar la documentación necesaria para obtener la plaza en el colegio deseado. A continuación citamos los casos que en Privalia Detectives llevamos investigando varios años en Asturias.
Empadronar al niño/a, con familiares o amigos para conseguir los puntos por proximidad. En estos casos una vez obtenida la plaza vuelven a cambiar su domicilio en el Padrón Municipal. También se da el caso de alquilar un piso durante un mes cercano al centro escolar y hacerlo constar como domicilio habitual. Gijón, Oviedo y Avilés son algunas de las ciudades de Asturias en las que hemos detectado este fraude.
También existen otros tipos de fraudes que no tienen que ver con el cambio de domicilio.
Hay padres que optan por falsificar la declaración de la renta (IRPF), aportando la de una persona que genera pocos ingresos pegando la etiqueta de identificación del padre o la madre del solicitante o interesado. Si la pareja o el matrimonio hacen declaraciones por separado, la que aportan es la que más les favorece.
Otra práctica fraudulenta es la de presentación de la demanda de divorcio, ya que las familias monoparentales suman más puntos. Después de conseguir la plaza el matrimonio se reconcilia y se retira la demanda de divorcio.
Hay padres y madres que buscan cualquier leve malformación o problema físico o psíquico, intolerancias alimentarias, para argumentar problemas de salud y conseguir los puntos por minusvalía. Algunos recurren al mercado negro y llegan a pagar para conseguir falsos certificados médicos.
El daño o repercusión menor que pueden sufrir los padres con estas prácticas fraudulentas es que el niño se quede sin plaza en el colegio y el daño mayor por estar incurriendo en un delito de falsedad documental, según artículo 392 del Código Penal “será castigado con las penas de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses”.
En Privalia Detectives somos un factor importante en la lucha contra este tipo de fraude, ya que los responsables de los colegios reconocen que tienen muy limitada la capacidad para contrastar documentación y controlar estos actos fraudulentos. El perfil del cliente que contrata a Privalia Detectives son los padres que ante la impotencia de ver como sus hijos se quedan sin plaza por la práctica fraudulenta de otros padres, contratan a un detective con el fin de poder demostrar, de forma documental, el fraude.
En este tipo de obtención de pruebas la investigación es sencilla, el modo de proceder se limita a vigilar a la familia denunciada y comprobar si realmente viven el domicilio que han proporcionado.
Al final de la investigación, de probarse y acreditarse la falsedad documental, los padres que modificaron el padrón con un domicilio falso o empadronaron a su hijo en una vivienda en la que jamás ha vivido pueden estar incurriendo en un delito que según artículo 392 del Código Penal “será castigado con las penas de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses”.